El rival número 1 de Tesla prácticamente se burla ahora de Elon Musk
Hay tres letras que no dejan dormir a los toros de Tesla: BYD.
Se trata del fabricante de automóviles que se está comiendo el almuerzo de todos en China, el mayor mercado automovilístico del mundo, y que está ganando rápidamente cuota de mercado en todo el planeta (excepto en Estados Unidos, por supuesto, debido a las restricciones comerciales impuestas desde hace tiempo a las importaciones chinas).
El lunes, BYD anunció unos ingresos US$ de 107.000 millones para 2024, superando por primera vez la barrera de los US$ 100.000 millones y superando los ingresos anuales de Tesla en unos US$ 10.000 millones. Este hito se produjo una semana después de que BYD presentara un sistema de carga que, según afirma, proporcionará a su último modelo de vehículo eléctrico una autonomía de 402 kilómetros después de enchufarlo durante solo cinco minutos.
Las acciones de BYD, que cotizan en Hong Kong, ya han subido más de un 50% este año.
La semana de grandes noticias de la empresa china debería ser una especie de golpe contundente para el CEO de Tesla, Elon Musk, quien en su momento se burló de la idea de que BYD fuera un competidor y que actualmente es un miembro bastante impopular de la administración Trump. (Confíen en nosotros, ¡hicimos encuestas!).
El momento de gloria de BYD llega justo cuando Tesla está entrando en una crisis.
Los inversores de Tesla han estado vendiendo sus acciones durante nueve semanas consecutivas, principalmente por razones empresariales tradicionales, entre ellas:
- Las ventas mundiales cayeron el año pasado por primera vez en la historia, y este año no pinta mucho mejor.
- La competencia le está restando cuota de mercado, sobre todo en China.
- Los principales productos de Tesla no han recibido actualizaciones significativas en años y el modelo de bajo costo prometido hace tiempo aún no se ha materializado.
- Si bien Tesla fue una pionera en vehículos eléctricos, se está quedando atrás de Waymo, de Google, en la carrera hacia la conducción autónoma.
Pero esas no son las únicas razones.
La actuación extracurricular de Musk como verdugo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha convertido a la marca Tesla -antes favorita de los izquierdistas en ascenso- en un símbolo de la derecha estadounidense. Los precios de los Tesla de segunda mano se hunden a pesar de que aumenta el interés por los vehículos eléctricos usados.
La Casa Blanca ha respondido con una serie de maniobras -un apoyo presidencial en directo en el jardín sur, el secretario de Comercio promocionando las acciones de Tesla en Fox News, el FBI amenazando a los vándalos con cargos de terrorismo- que huelen a desesperación. (También están tan fuera de tono con las convenciones legales, que los expertos en ética están luchando para entenderlos).
Las acciones de Tesla empezaron a recuperarse el viernes después de que Musk convocara una reunión de todos los empleados el jueves por la noche en la que instó al personal a conservar sus acciones. Los inversores minoristas se han apilado, ayudando a las acciones a ganar un 5% el viernes y un 12% el lunes.
Pero el valor sigue estando a más de un 40% de su máximo histórico de diciembre, y varios analistas han moderado sus expectativas para el año.
BYD no es el único competidor chino que está mermando la cuota de mercado de Tesla. En Europa, las ventas de Tesla cayeron un 44% en febrero, mientras que las de las marcas chinas subieron en general un 82%, según un informe de JATO, que analiza los datos del mercado automovilístico.
Parte de ese descenso tuvo que ver con un desfase en la revisión por parte de Tesla de su superventas Modelo Y, según Felipe Muñoz, analista de JATO. Pero el apoyo de Musk a un partido alemán de extrema derecha acusado de simpatizar con los nazis probablemente no ayudó: las ventas en Alemania, el mayor mercado automovilístico de Europa, se hundieron un 75% el mes pasado.
Quizá la mayor amenaza para Tesla sea BYD: ha conseguido fabricar una gran variedad de coches elegantes y tecnológicos, tanto eléctricos como híbridos enchufables, por una fracción de su costo. El modelo básico de BYD cuesta menos de US$ 10.000 en China. El Modelo 3 de Tesla, su modelo más barato, cuesta tres veces más, US$ 32.000.
El lunes, BYD lanzó un nuevo sedán eléctrico con aproximadamente las mismas especificaciones que un Tesla Model 3 por la mitad de precio, informó Elektrek. El nuevo Qin L EV viene con la tecnología de conducción inteligente de BYD y tiene más de 530 kilómetros de autonomía, a partir de US$ 16.500.
Al parecer, Tesla está trabajando en una versión más pequeña y barata de su Model Y para recuperar parte del terreno perdido en China. Pero no se espera que la producción en serie comience hasta 2026, según fuentes anónimas citadas por Reuters.
Conclusión: Musk subestimó gravemente a BYD, cuyas siglas significan “Construye tus sueños” en inglés, en 2011, cuando rechazó la pregunta de un entrevistador de Bloomberg sobre si el fabricante de automóviles chino suponía una amenaza para Tesla. “¿Ha visto su coche?”, preguntó retóricamente.
Pero más de una década después, BYD superó a Tesla en ingresos anuales y puso patas arriba el mercado mundial de los vehículos eléctricos. Tesla sigue siendo el fabricante de vehículos eléctricos más vendido en EE.UU., gracias a los aranceles impuestos por el país para proteger la fabricación estadounidense. Sin esas barreras comerciales, BYD podría convertirse rápidamente en la pesadilla de Musk.
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