Expresidente de Perú, Pedro Castillo, dice que juicio en su contra es una “pantomima” y que está “secuestrado” en la cárcel
A las 9 de la mañana de este martes, Pedro Castillo ingresó a la sala de audiencias del Poder Judicial, construida en la cárcel donde está preso desde diciembre de 2022. Lo hizo sin un abogado defensor.
El expresidente no miró a la prensa nacional ni extranjera, con la que no ha tenido contacto desde que estaba en poder. Casi 30 medios acreditados lo esperaban detrás de un vidrio al final de la sala, la misma a la que deberá asistir a lo largo del juicio en el que enfrenta una acusación por rebelión, entre otros cargos, que podría valerle una pena de hasta 34 años de prisión si resulta condenado. Esta vez, los medios registraron su imagen desde la sala de audiencias en la cárcel, lejos del Palacio desde donde gobernó entre el 28 de julio de 2021 y el 7 de diciembre de 2022, día en que fue detenido.
El juicio oral está a cargo de la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia, que preside el juez supremo José Neyra Flores.
El proceso judicial incluye a varios excolaboradores de Castillo, como Betssy Chávez, expresidenta del Consejo de Ministros, así como para Aníbal Torres, exprimer ministro y exasesor de la presidencia del Consejo de Ministros. Ambos se han declarado inocentes.
Castillo dijo ante los magistrados que no podía someterse a un juicio donde “todo parece estar confinado” y que, por ello, había decidido no acreditar a un abogado que se encargara de su defensa. El expresidente dijo estar “secuestrado en el penal de Barbadillo” y calificó el proceso al que es sometido de “pantomima”.
“Jamás he cometido el delito de rebelión”, dijo Castillo, y señaló que su mensaje en televisión el 7 de diciembre DE 2022, cuando anunció la disolución del Congreso, fue solo “un discurso político”. Tras la declaración del exmandatario, la sala le asignó un abogado defensor público.
Pedro Castillo fue puesto en prisión aquella tarde de diciembre de 2022 luego de que, a través de un mensaje en cadena nacional, ordenara la disolución del Congreso, intervenir el sistema de justicia y gobernar mediante decretos ley. Según numerosos analistas de Perú, la disolución del Congreso es una medida inconstitucional.
La decisión de Castillo no logró el apoyo de las Fuerzas Armadas ni de la Policía, y el expresidente fue detenido mientras se dirigía a la Embajada de México a solicitar asilo, como lo confirmó después el entonces presidente de ese país, Andrés Manuel López Obrador.
Tras la detención de Castillo, el Congreso declaró la vacancia presidencial y nombró mandataria a la vicepresidenta Dina Boluarte, según la sucesión contemplada en la Constitución.
El 22 de febrero de este año, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su apoyo a Pedro Castillo y calificó de “injusticia” el proceso en su contra, tras lo cual la Cancillería peruana protestó señalando que “las declaraciones de la Señora Claudia Sheinbaum reflejan un total desconocimiento del fallido golpe de Estado que el señor Pedro Castillo realizó el 7 de diciembre de 2022”.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, reaccionó a la audiencia contra Castillo a través de su cuenta de X. Petro dijo que el exmandatario peruano era juzgado “por ser pobre y de izquierda” y que el proceso legal en su contra es “un insulto a la Convención americana de derechos humanos” y “a la democracia”.
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