José Raúl Mulino en CNN: su propuesta de cerrar la ruta del Darién, la lucha contra el narco y su vínculo con Ricardo Martinelli
(CNN Español) — El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, se prepara para asumir funciones al mando del ejecutivo. En ese marco, participó del programa Oppenheimer Presenta, donde explicó sus planes para contener la migración ilegal a través de la selva del Darién y combatir el narcotráfico.
También adelantó cómo manejará su amistad con el expresidente Ricardo Martinelli, asilado en la embajada de Nicaragua tras ser condenado por lavado de dinero, y señaló cuáles serán sus principales aliados internacionales.
El Darién y la lucha contra el narco, los principales problemas para Mulino
Su promesa de frenar la migración en la ruta del Darién fue uno de sus principales puntos de campaña. Y esto es porque esos 266 kilómetros de selva inhóspita que marcan la frontera con Colombia se convirtieron en un paso elegido por los migrantes que buscan llegar a Panamá y, en la mayoría de los casos, continuar a Estados Unidos. Solo en 2023, más de 500.000 personas entraron a Panamá país por este trayecto.
Según el propio Mulino, este asunto es uno de los que más le preocupa mientras se prepara para asumir su cargo. “El estar lidiando con este problema todos los días le cuesta a Panamá cerca de US$ 100 millones de nuestro presupuesto al año”, señaló.
Sin embargo, en su entrevista con Andrés Oppenheimer matizó la propuesta de “cerrar” esa parte del límite internacional. Allí aclaró que se trata de un tema “un poquito más filosófico que real”, y que no construirá una muralla ni una cerca.
“Estoy planteando una posibilidad, bastante cercana: lograr un acuerdo con Estados Unidos para cooperar con Panamá en el proceso de repatriación debidamente verificado y vigilado por los organismos de derechos humanos”.
En ese sentido, insistió con una de las propuestas que hizo tras ganar las elecciones en mayo: disponer de vuelos para regresar a quienes crucen la frontera ilegalmente.
“El mensaje que yo tengo aquí es que después que despegue el cuarto, el quinto avión hacia Colombia o Venezuela, lo van a pensar dos veces, después de atravesar 21 días la selva, dispuesto a toda suerte de problemas y a la muerte que pueden encontrar ahí, para venir otra vez a Panamá, si saben que van a ser repatriados”, explicó.
Para este objetivo aseguró haber comenzado conversaciones con funcionarios estadounidenses para llegar a un acuerdo y lograr importantes inversiones para contener el flujo migratorio.
Mulino también pretende cierto grado de cooperación con EE.UU. para trabajar otro de los temas prioritarios para él, que es la lucha contra el narcotráfico. De todas maneras, en este punto fue un poco más reservado y no quiso especular con la posibilidad de contar con presencia física del país en territorio panameño.
Sí fue contundente al decir que aplicará “mano dura, fuerte, dentro de una política de cooperación internacional importante”, para detener el tráfico de drogas en su país. Así también prometió “limpiar” las entidades “muy corruptas” que, a su entender, existen en Panamá.
El presidente entrante tiene experiencia en esta área, ya que entre 2010 y 2014, durante la presidencia de Ricardo Martinelli, ejerció como ministro de Seguridad Pública.
¿Ayudará al expresidente Martinelli tras su condena?
“Yo no niego mi amistad con Martinelli, pero esa amistad llega donde empieza el cumplimiento de la ley”.
Con esa frase Mulino afirmó que su padrino político, Ricardo Martinelli, no podrá asistir a su asunción presidencial el próximo 1 de julio, y sostuvo que cualquier ayuda que pueda dar al expresidente será “dentro de los parámetros de la ley”.
También explicó que cualquier decisión que tome en torno a este tema, como crear un salvoconducto para que viaje a Nicaragua, debe pasar por distintas instancias, y que le ha pedido una reunión al abogado de Martinelli “para saber en qué situación están los procesos”.
Este punto es una de las mayores dudas que rodean a la futura administración panameña. La candidatura de Mulino, de hecho, nace a partir de la inhabilitación de Martinelli como candidato, debido a la condena a 10 años de prisión por lavado de dinero que pesa sobre él a partir del caso conocido como New Business.
Desde su asilo en la embajada de Nicaragua en Ciudad de Panamá, el exmandatario negó todas las acusaciones en su contra.
Durante la campaña, e incluso después de su triunfo, surgieron cuestionamientos al poder que podría tener Mulino, a quien algunos sectores acusaban de ser un “títere” de su ex compañero de fórmula.
El futuro presidente de Panamá se encargó de responder con contundencia a estas interpelaciones: “este que está aquí no es títere de nadie”, dijo tras ganar las elecciones.
El vínculo con América Latina y las elecciones en Venezuela, dos temas clave
José Raúl Mulino fue canciller de Panamá en 2013 y hoy, como futuro presidente, vuelve a planificar las relaciones exteriores.
Este asunto no es menor, como dijo Mulino a CNN, dado el “rol importantísimo” y la “posición geográfica estratégica” que tiene su país.
“Aquí confluyen intereses, confluyen políticas internacionales, un centro de negocios importantísimo hoy día, con operaciones grandísimas de bancos, de empresas multinacionales, que comienzan ya a desarrollarse en una actividad comercial importantísima en América”.
Hilando más fino, destacó a Argentina y Brasil como actores de peso en el continente, aunque fue claro pensando en vínculos multilaterales. Su atención va a estar centrada en Centroamérica, y más aún, en Colombia y Costa Rica.
“Estados Unidos es nuestro socio principal comercial, nuestro usuario número uno del Canal de Panamá. Pero tenemos dos países que son claves en política exterior: Colombia y Costa Rica son nuestros vecinos”, explicó.
En sus primeros días de gobierno Mulino ya podría encontrarse con un desafío diplomático. El 28 de julio Venezuela celebrará unas elecciones presidenciales que atraen las miradas de toda la comunidad internacional.
Ante ese escenario, anticipó la posición que tomaría si estas no son transparentes o si el principal candidato opositor, Edmundo González, resulta inhabilitado tal como sucedió con María Corina Machado.
Mulino aclaró que se mantendrá firme con la idea de “reconocer gobiernos nacidos legítimamente de la voluntad popular, en donde exista una relación directa entre la voluntad popular y el sistema democrático”.
“Me une a mucha gente en Venezuela amistades importantes dentro del grupo opositor actual. Y han venido de tumbo en tumbo, pues viviendo los últimos años difíciles, dificilísimos en materia de su política interna. Y ojalá el gobierno actual prevea esa realidad y tome en cuenta los efectos que puede tener una decisión adversa a lo que es el respeto a la democracia y a la voluntad popular del pueblo en esa elección del próximo mes de julio”, agregó.
Sin embargo, ante la consulta de Andrés Oppenheimer, no descartó ofrecer asilo a Nicolás Maduro, en caso de que eso contribuyera a una negociación política para resolver la crisis venezolana.
“Si Panamá puede colaborar para calmar una situación en cualquier nación, que no tiene que ser nada más Venezuela, yo creo que estaremos dispuestos a colaborar genuinamente con la causa, siempre que esté liderada, por supuesto, por organizaciones internacionales”.
De todos modos, aclaró: “Yo no he pensado porque esa realidad no se ha planteado, y siempre he sido muy cauteloso en especular en materia de política exterior”.
China, ¿un socio estratégico?
Para Mulino, Estados Unidos será el principal aliado de Panamá durante su gobierno, y fue tajante en sus definiciones sobre los posibles lazos e inversiones que pudieran llegar desde China.
“Ni nosotros sabemos qué hacer con China ni China sabe qué hacer con Panamá”, dijo entre risas.
De todas maneras, no descartó que el gigante asiático pueda tener vínculos comerciales considerables con su país: “No podemos ocultar la importancia, el peso específico como nación que tiene China. Es nuestro segundo cliente del Canal de Panamá”. Respecto a eso especuló con los potenciales beneficios que podría traerle a su país fortalecer los vínculos con Beijing.
“Nosotros tenemos un sector agropecuario muy golpeado y China es quizás el único país del mundo, puede haber otros, pero en esa dimensión, es China que necesita mayor cantidad de alimentos”.
Su postura ante la guerra Israel-Hamas y la invasión en Ucrania
Los asuntos regionales no son los únicos sobre los que Mulino tiene una opinión definida. De cara a la incorporación de Panamá al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el futuro presidente tiene claro qué actitud tendrá frente a los conflictos más desafiantes que enfrenta el mundo hoy.
“Seguimos en una postura de condena, con todo lo que ha pasado en la invasión rusa en Ucrania. Eso no se puede permitir. Y espero y confío que en las instancias correspondientes de mucho más nivel que la región nuestra se pueda llegar a un entendimiento entre Rusia y Ucrania que pacifique lo que está sucediendo ahí, que no es bonito, no es agradable, es inhumano y en medio de un desbalance de fuerzas muy grande”.
También fue contundente con sus definiciones en torno a la escalada de tensiones en Medio Oriente.
“Panamá ha sido amigo de Israel siempre y no vamos a variar esa postura en función de lo que pueda suceder en este momento con el conflicto palestino-israelí”, dijo Mulino a CNN.
“Yo tuve una conversación hace dos semanas con el primer ministro Netanyahu, que pues aprecia y agradece la postura de Panamá. Nosotros tenemos una comunidad judía muy, muy grande. Poderosa en términos económicos y comerciales, que juega un rol no solamente como comunidad judía en Panamá, sino en otros niveles como los Estados Unidos, etcétera, y son muy importantes y tenemos que colaborar“, añadió.
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