Investigan lanzamiento de tortillas a jugadores de baloncesto de una secundaria predominantemente latina de California
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(CNN Español) — Un incidente entre jugadores y aficionados rivales de los equipos de baloncesto de dos escuelas secundarias en el sur de California ha resultado en críticas y el despido de un entrenador del distrito escolar de Coronado. El partido del sábado entre la escuela secundaria Coronado y la escuela secundaria Orange Glen de Escondido terminó con personas no identificadas arrojando tortillas al equipo de Orange Glen —institución predominantemente latina—, según dijeron testigos a CNN.
Las autoridades no han establecido quién específicamente empezó a lanzar tortillas, reportó KUSI-TV, afiliada de CNN. La Policía de Coronado solo ha dicho que un adulto llevó las tortillas al partido.
Lizardo Reynoso, entrenador adjunto de Orange Glen, le dijo a CNN que «después de que el jugador del otro equipo metió la canasta para ganar, estaban celebrando y de repente los entrenadores de Coronado empezaron a hablar verbalmente (sic) con nosotros, bien agresivos». Según Reynoso, se refirieron a ellos con insultos. «De repente empezamos a hablar con ellos, que así no se gana. Se gana con clase y continuidad… y empezaron a tirarnos tortillas. Y fue en ese momento cuando supimos que era un acto bien racista contra nosotros, porque en nuestra escuela y muchos de los jugadores son mexicanos o latinos».
Reynoso agregó que «tres o cuatro jugadores» les lanzaron tortillas desde la banca de Coronado y también «personas que estaban mirando el juego».
En un video de NFHS Network obtenido por CNN se puede ver el momento en el que alguien arroja tortillas en la cancha al finalizar el partido, justo cuando varias personas están reunidas en el lugar.
Crédito: NFHS Network
Varios agentes de la Policía de Coronado acudieron al lugar y los asistentes salieron del gimnasio donde se realizaba el partido poco después. El departamento policial dijo en un comunicado que las acciones son «inaceptables» y que el hecho está siendo investigado.
El entrenador en jefe de Orange Glen, Chris Featherly, le dijo a KUSI-TV que la rivalidad entre los dos equipos ha aumentado a medida que avanza la temporada. Featherly dijo que llegó a un punto de ruptura cuando el personal de Coronado se acercó a su banca de manera agresiva. «Cuando su entrenador decidió pronunciar algunas palabras a mi personal, mi entrenador y mis chicos, no me lo tomé a la ligera», dijo Featherly. “Creo que era ridículo que pasara eso, pensé que era de mal gusto y repugnante. Es completamente irrespetuoso».
Reynoso cuenta que los jugadores «se sienten tristes y humillados», pero que la escuela se siente orgullosa de cómo actuaron después de lo ocurrido.
Karl Mueller, superintendente del Distrito Escolar Unificado de Coronado, rechazó el comportamiento y prometió abordar el incidente.
Coronado ganó el juego 60-57 en el Campeonato Regional 4-A de la División de Baloncesto Masculino del Sur de California de la Federación Interescolar de California.
Crédito: KUSI-TV
Rechazo de organizaciones civiles y despido de entrenador
El capítulo San Diego de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) condenó el martes a los seguidores y jugadores del equipo de baloncesto de Coronado por el que describen como un acto racista.
«Los jugadores de Coronado High School, los miembros de la comunidad y los padres arrojaron tortillas a los jugadores de Orange Glen High School; son acciones racistas que no representan a San Diego ni a Estados Unidos» dijo Francine Maxwell, presidenta del capítulo San Diego de NAACP en un comunicado: «El desagradable acto de lanzar tortillas en un partido de baloncesto revela profundas desigualdades sociales alimentadas por el racismo».
El entrenador adjunto Reynoso le contó a CNN que inicialmente el distrito le había dicho a los miembros de la escuela Orange Glen que «era un acto de celebración, que se trataba de algo que no fue planeado y que no estaban tratando de ser racistas, pero sí sabemos lo que estaban haciendo».
El martes en la noche, antes del incidente de las tortillas, la junta del distrito escolar de Coronado aprobó el despido del entrenador jefe del distrito, JD Laaperi por su comportamiento agresivo de esa noche, algo que parece haber irritado los ánimos, según le informaron a CNN y también reportó nuestra afiliada.
Adela Rivera, madre de uno de los jugadores de Orange Glen, le dijo a CNN en Español que al finalizar el partido el entrenador de Coronado le dijo al equipo rival «‘que se vayan a la chin***a’ y que eran unos perdedores». Rivera también calificó el hecho de racista. «Los humilló, les hizo bullying», dijo la mujer.
Laaperi se había pronunciado en Twitter antes de la decisión de la junta. “Desafortunadamente, un miembro de la comunidad trajo tortillas y las distribuyó, algo inaceptable y de naturaleza racista. No apruebo este comportamiento. Coronado High School no aprueba este comportamiento y ya está tomando las medidas adecuadas”, tuiteó Laaperi.
La escuela Orange Glen dijo también en Twitter que es una «vergüenza» lo ocurrido y que espera que la Federación Interescolar de California abordara el tema, al tiempo que compartió los mensajes de apoyo a la escuela y de rechazo a los hechos, como el del Grupo de legisladores latinos de la Asamblea estatal de California, que afirmó que lo sucedido es un «ejemplo flagrante de racismo«.
La Federación Interescolar de California reiteró que prohíbe «cualquier discriminación» contra cualquier miembro de la comunidad y que investiga lo ocurrido.
Lilian Serrano, codirectora de la Universidad Popular, una organización comunitaria que busca educar a través de un enfoque chicano, dijo que no se trata de un hecho aislado. «Para nosotros, que vivimos en Escondido, sabemos que por muchos años esa escuela (Orange Glen) siempre ha sido denominada ghetto school, como le decimos en inglés. Una escuela donde hay un desprecio (…) porque es predominantemente la mayoría de los estudiantes son latinos, específicamente de descendencia mexicana (sic)», dijo Serano.
La comunidad pide acciones concretas para cambiar la situación. «Queremos un cambio verdadero y queremos también que la junta directiva no solo nos dé palabras bonitas. ¿Cómo podemos asegurarnos que el día de mañana o la próxima semana, cuando los reflectores nacionales no estén en nuestra ciudad, veamos un verdadero cambio en nuestras escuelas?», concluyó Serrano.
Con información de Jaqueline Hurtado y Krecyté Villarreal