El padre de un hombre transgénero votó por Trump. Ahora teme que una orden del presidente afecte el tratamiento de su hijo

Después de someterse a una cirugía, Ashton Colby quedó confinado a una cama y no podía mover los brazos ni realizar tareas básicas.

Pero su padre, Rick Colby, estuvo allí en cada paso del camino, ayudándolo a recuperarse de su cirugía superior: un apoyo que significó el mundo por parte de su padre republicano conservador después de que Ashton se declarara transgénero y se sometiera a la operación.

La cirugía es una opción que algunas personas trans, aunque no todas, eligen como parte de la atención más amplia de afirmación de género que pueden recibir para facilitar su transición. Ashton tenía 19 años en ese momento.

“Estuvo en la habitación del hotel ayudándome a recuperarme y a tomar batidos de proteínas cuando no podía usar los brazos. Ha marcado, literalmente, una diferencia crucial en mi vida”, declaró a CNN Ashton, ahora de 32 años.

Ashton había estado atormentado por el miedo a ser rechazado por su familia en las semanas previas a su salida del armario en 2012. Pero su padre lo apoyó durante la terapia y las citas médicas, asegurándose de que recibiera la atención especializada que necesitaba para afirmar su género y prosperar, lo que Ashton dice: “Me salvó la vida”.

Rick votó por el presidente Donald Trump en 2024 y describe su papel como un “liniero ofensivo” en una misión más amplia para combatir los conceptos erróneos y la legislación que ataca los derechos de las personas transgénero y la atención médica.

Ahora, se enfrenta un nuevo desafío: un decreto de Trump que niega fondos federales a proveedores de atención médica que reafirme el género para menores. La orden amenaza con afectar incluso la atención médica para Ashton, quien es adulto, y para muchas otras personas.

Si bien dicha medida aplica a la atención de afirmación de género para menores de 19 años y ha sido suspendida temporalmente por dos jueces federales, aún afecta a pacientes de todas las edades. Muchas clínicas y hospitales de todo el país suspendieron temporalmente la atención de afirmación de género antes de que los jueces bloquearan la orden. Si bien la atención se ha reanudado en muchos centros, a los proveedores, temerosos por la posible pérdida de fondos federales, les preocupa tener que suspender la atención por completo en el futuro, según informaron expertos a CNN.

Ashton ha recibido atención de afirmación de género en la misma clínica de Ohio desde 2015, siendo adulto. El año pasado, Ohio prohibió algunos aspectos de la atención de afirmación de género para menores. Si bien la atención de afirmación de género para adultos sigue siendo legal en Ohio, su proveedor le advirtió el mes pasado que, tras la orden de Trump, los pacientes podrían tener que cruzar la frontera estatal a Pensilvania para acceder a la atención, según Ashton. Su centro médico depende de millones de dólares en apoyo federal para atender a todos sus pacientes.

La orden ejecutiva ha sumido en el caos a los proveedores de servicios médicos y a sus pacientes, incluso en estados demócratas donde anteriormente la atención estaba protegida.

Las interrupciones en la atención de reafirmación de género tras la orden ya son palpables. Los pacientes que toman bloqueadores de la pubertad y necesitan cambiar a terapia hormonal ya han experimentado o temen interrupciones en su tratamiento y enfrentan riesgos médicos significativos, según una pediatra que habló con CNN de forma anónima debido a amenazas a su seguridad.

La orden es parte de una ola de medidas dirigidas a la atención de afirmación de género que se han impulsado en los últimos años (junto con un número récord de proyectos de ley anti-LGBTQ presentados en 2023) en todo Estados Unidos, principalmente por republicanos.

Rick Colby dice que no puede apoyar las medidas de la administración Trump dirigidas a la comunidad transgénero.

“Estoy de acuerdo con casi todo lo que hace Trump, excepto con las personas transgénero”, dijo Rick a CNN.

Para Ashton, recibir atención de afirmación de género le permitió estar en “un gran lugar y ser la persona que siempre estuvo destinado a ser, es decir, un hombre”, dijo su padre.

“No importa cuál sea su afiliación política, mi principal preocupación es cómo mantener vivo a mi hijo y ayudarlo a ser feliz, prosperar y ser un miembro productivo de la sociedad”, dijo Rick.

Ashton Colby toma testosterona como una inyección semanal como parte de un plan de tratamiento continuo para controlar la disforia de género que, según él, “ahora, por suerte, no tengo”.

• La atención de afirmación de género es una atención médicamente necesaria y basada en evidencia que utiliza un enfoque multidisciplinario para ayudar a una persona a realizar la transición de su género asignado (el que se le asignó al nacer) a su género afirmado (el género por el que desea ser conocido).
• Aunque algunos críticos de las terapias sugieren que los menores de 19 años deberían esperar hasta la edad adulta para hacer la transición, la Academia Estadounidense de Pediatría dice que ese es un enfoque obsoleto que asume que la identidad de género está fijada a cierta edad.
• El tratamiento está avalado por la Asociación Médica Estadounidense , la Asociación Estadounidense de Psiquiatría y la Academia Estadounidense de Pediatría , entre otros grupos médicos importantes, como clínicamente apropiado para niños y adultos con disforia de género, una angustia psicológica que puede resultar cuando la identidad de género de una persona y el sexo asignado al nacer no coinciden.

Pero le preocupa que su plan de tratamiento se vea alterado por primera vez desde su transición. Según la Clínica Mayo, cuando los pacientes que se someten a terapia hormonal dejan de tomar testosterona, algunos cambios físicos pueden revertirse.

“He estado realmente preocupado de que, incluso como adulto, me puedan quitar la atención médica o hacer que sea mucho más difícil acceder a ella”, dijo Ashton.

No está solo. Varios profesionales de la salud informaron a CNN que han recibido noticias de pacientes y padres de niños trans con ansiedad que ya han experimentado o prevén interrupciones en la atención médica de sus hijos.

Los expertos dicen que el futuro de su tratamiento es incierto sin importar en qué estado vivan, ya que las clínicas e instituciones médicas adoptan un enfoque “reacio al riesgo” debido a la amenaza de perder fondos federales esenciales para tratar a todos los pacientes y realizar investigaciones.

En la semana posterior a la firma de la orden por parte de Trump, clínicas y hospitales de todo el país anunciaron públicamente la suspensión de la atención de reasignación de género para menores de 19 años. Sin embargo, en febrero, la reanudaron después de que los fiscales generales estatales advirtieran que denegar el tratamiento podría violar las leyes estatales contra la discriminación. Entre estas instituciones médicas se encontraban Denver Health, Children’s Health Colorado, Children’s Hospital Los Angeles y Corewell Health en Michigan.

Dos jueces federales han pausado la orden de Trump, incluido el juez de distrito estadounidense Brendan Hurson en Baltimore, quien el 4 de marzo extendió una orden de restricción temporal que se había ingresado previamente en el caso, diciendo que las interrupciones en la atención médica para los jóvenes trans podrían ser “potencialmente catastróficas” y señalando los riesgos de una mayor disforia de género e incertidumbre suicida.

Un grupo de 15 fiscales generales también emitió una declaración conjunta en febrero para “reafirmar su apoyo” a la atención de afirmación de género y dijeron que “continuarán haciendo cumplir las leyes estatales que brindan acceso a la atención de afirmación de género”.

Pero aun cuando algunos hospitales y clínicas están cambiando de postura, la volatilidad del tratamiento médico mantiene alta la ansiedad mientras los proveedores y las familias lidian con las consecuencias de la orden y el caso legal pendiente.

Muchas instituciones están pausando la atención médica “en secreto” sin documentar formalmente los cambios, sino que les dicen a los proveedores que cancelen en silencio porque temen reacciones negativas, según Alex Sheldon, director ejecutivo de GLMA, uno de los múltiples grupos LGBTQ que están demandando a la Administración Trump por la orden ejecutiva.

“Si la financiación está condicionada a no brindar atención a una población muy pequeña de pacientes —jóvenes trans y no binarios—, perder esa financiación obligaría a muchos hospitales a cerrar por completo”, dijo Sheldon.

Muchas instituciones médicas han decidido “pecar de miedo”, dijo Sheldon.

“Es cruel porque hay que elegir quién va a sufrir. Sabemos que serán los pacientes transgénero porque son menos”, dijo el pediatra que habló anónimamente. “¿Detienen esta atención tan crucial que salva vidas para estos niños, o ponen en riesgo la atención de todos estos pacientes que también la necesitan?”

Los proveedores ya están respondiendo a las “llamadas frenéticas” de los padres de sus pacientes, dijo el médico.

Nos preguntan: “¿Qué va a pasar? ¿Van a cerrar? ¿Pueden renovar sus recetas lo antes posible antes del cierre?”. Hay pacientes programados para inhibidores de la pubertad dentro de un mes y les preocupa no poder cumplir con su cita.

Algunas familias están haciendo planes para mudarse fuera del país, incluidas aquellas que no tienen muchos recursos, dijo el médico.

Los proveedores de atención médica en el campo dicen que enfrentan una elección imposible entre mantener estándares éticos de atención y arriesgar sus medios de vida, ya que la legislación podría significar que perderán sus trabajos o licencias médicas por seguir las pautas médicas establecidas respaldadas por todas las asociaciones médicas principales.

Una de las principales preocupaciones es la de los niños que toman bloqueadores de la pubertad y que no podrán acceder a la terapia hormonal si la atención se interrumpe repentinamente, explicó el médico.

“No pueden llegar a la adolescencia tardía sin hormonas porque entonces hay riesgos médicos significativos”, añadió el médico.

Los pacientes que toman bloqueadores de la pubertad tienen implantes debajo de la piel que sólo pueden extraerse quirúrgicamente, según el médico.

“Entonces, ahora mismo nos enfrentamos a la cuestión ética de: si lo mantenemos pero no reciben hormonas, tendrán problemas con su densidad ósea, tal vez con el desarrollo cerebral”, dijo el médico. “Pero si retiramos el implante, tendrán un retroceso. Comenzará la pubertad endógena y eso será bastante traumático. ¿Qué hacemos?”

No todos los proveedores suspenderán sus servicios si se aplica la orden de Trump.

Un centro de salud sin fines de lucro que recibe fondos federales todavía brinda atención de afirmación de género a los jóvenes, pero buscará obtener fondos alternativos si se aplica la orden, según su equipo de liderazgo, que aceptó hablar con CNN de forma anónima debido a preocupaciones de seguridad y privacidad.

Los hospitales, especialmente los centros médicos académicos, suelen recibir financiación para investigación del gobierno federal. La situación varía más en el caso de las clínicas, pero suelen obtener fondos de fuentes que cobran a las aseguradoras, tienen una escala móvil de tarifas y también pueden recibir subvenciones federales, según el director ejecutivo del centro de salud.

Somos cientos de personas que brindamos terapia hormonal a pacientes. Todos entendemos que se trata de atención primaria y rutinaria, y existe una sólida evidencia al respecto. Para muchos, es fundamental seguir haciéndolo porque simplemente lo consideramos atención primaria, afirmó el director ejecutivo.

Para Ashton Colby, el apoyo de sus seres queridos lo ayuda a afrontar el miedo y la incertidumbre que rodean la atención médica durante la administración Trump.

El padre de Ashton refuta con vehemencia las afirmaciones de los republicanos de que «la gente se está volviendo transgénero por capricho». Cita su experiencia directa al presenciar a Ashton sufrir disforia de género.

Sufrió muchísimo durante sus años de formación y como adolescente… la depresión, la ansiedad, el estrés.

Para Ashton y otras personas transgénero y no binarias, ahora existe incertidumbre sobre sus futuras citas y el régimen de tratamiento continuo del que dependen.

“No debería tener un plan de salida con mi proveedor de esta manera. He estado nervioso”, dijo Ashton.

Rick cree que la “extrema derecha” de su partido “no cree en absoluto que ser transgénero sea algo real” y dice que se involucran en esfuerzos para “borrarlas y hacerles la vida difícil, a pesar de que las personas transgénero son ciudadanos estadounidenses y están tratando de participar en el sueño americano y vivir sus vidas para que los dejen en paz como a todos los demás”.

El camino a seguir, dice, es que el Partido Republicano escuche a la comunidad transgénero y a los médicos que los atienden.

Rick dijo que cuando más odio recibe es cuando “me identifico como un republicano conservador, padre de un hijo transgénero a quien quiero y apoyo. Eso les molesta, porque no encaja con la narrativa, que es: ‘todos los de izquierda hacen esto’”.

Pero para él, esto demuestra el punto: “Muestra que este es realmente un asunto que trasciende una ideología política y que realmente hay una verdad objetiva en ello”.

Aunque Ashton dice que no está de acuerdo con muchas de las creencias conservadoras de su padre y que no votaron por el mismo candidato, se han acercado más al “responder al llamado a la defensa”.

Sabe que está seguro en su casa y en su comunidad, por lo que decidió quedarse en Ohio después de considerar mudarse a un estado más azul con más leyes que protejan sus derechos.

Ashton dijo de su padre: «Como ha tenido que repetirlo y declararlo públicamente una y otra vez que me ama… lo siento más en el corazón. Estoy a salvo con él aquí».

Kristen Rogers y Jen Christensen de CNN contribuyeron a este informe.

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