Colombia dice que no había criminales en los aviones de migrantes deportados
Colombia dijo este martes que no había criminales en los dos aviones que transportaban inmigrantes que fueron deportados de Estados Unidos.
Los dos aviones con deportados colombianos desde Estados Unidos llegaron a Bogotá en la mañana de este martes. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, compartió imágenes y dijo en una publicación de X que “el migrante no es un delincuente es un ser humano que quiere trabajar y progresar, vivir la vida”.
“No son criminales”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, en un mensaje de video en X. “Esta información ha sido verificada y corroborada por las autoridades siguiendo los protocolos establecidos para los vuelos de deportación”.
Los vuelos, uno desde San Diego, California y otro desde El Paso, Texas, transportaban a 201 migrantes, incluidos 108 hombres y 77 mujeres, así como 21 niños, dijo Murillo. También había dos mujeres embarazadas entre ellos, que se encuentran en buen estado de salud, dijo.
Colombia y Estados Unidos se alejaron del borde de una dañina guerra comercial a principios de esta semana después de llegar a un acuerdo para aceptar que los migrantes deportados sean devueltos en aviones militares.
En un video separado este martes, hablando desde los terrenos del Capitolio de Estados Unidos, Murillo dijo que tuvo conversaciones positivas con funcionarios del Gobierno y legisladores, y ambos gobiernos acordaron tener reuniones de alto nivel en febrero para avanzar en la relación bilateral.
Petro había bloqueado previamente el aterrizaje de los aviones de deportación estadounidenses, acusando a Estados Unidos de tratar a los migrantes colombianos como criminales, lo que llevó a Trump a ordenar fuertes aranceles a todas las importaciones colombianas, una prohibición de viajes para los ciudadanos colombianos, la revocación de visas para funcionarios colombianos en Estados Unidos y la suspensión del procesamiento de visas tanto para inmigrantes como para no inmigrantes.
Colombia dijo más tarde que había aceptado “todos los términos del presidente Trump”, incluida la “aceptación irrestricta” de inmigrantes que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos, y desplegó sus propios aviones militares para ayudar en el regreso de los deportados.
El primer avión, proveniente de El Paso, Texas, transportaba a 91 colombianos. Un segundo avión con 110 personas a bordo llegó unos minutos después procedente de San Diego, California.
La llegada de los vuelos ocurre dos días después de que Petro no permitiera el aterrizaje en el país de dos vuelos del Gobierno estadounidense con deportados, argumentando que los repatriados no estaban recibiendo un trato digno, lo que originó el domingo una grave crisis diplomática con ese país que ya fue superada.
La Cancillería de Colombia dijo que el Gobierno “los recibe con los brazos abiertos, garantizando su dignidad y respetando sus derechos”. El Ministerio de relaciones Exteriores dijo que los migrantes fueron recibidos además por personal de la Fuerza Aérea, Migración Colombia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la Alcaldía de Bogotá y la Cruz Roja.
Petro añadió: “Estructuramos plan de crédito productivo, asociativo y barato para el migrante. El migrante no es un delincuente, es una persona humana libre”.
Los aviones partieron desde California y Texas con destino a Bogotá, en la Base Militar de Catam, adyacente al aeropuerto El Dorado. Según un comunicado de la Cancillería, el Gobierno colombiano organizó este operativo para garantizar un “retorno digno y con plena garantía de derechos” a los connacionales deportados.
Se trata de dos Boeing 737 operados por la Fuerza Aérea Colombiana, que salieron de la Estación Aérea del Cuerpo de Marines de Miramar en California y de Fort Bliss en El Paso, Texas.
Esta repatriación ocurre tras una crisis diplomática desatada el domingo, cuando Petro rechazó inicialmente dos vuelos de deportados enviados por Estados Unidos, lo que llevó al presidente de EE.UU. Donald Trump a amenazar con imponer sanciones, incluido un arancel del 25% a productos colombianos y restricciones migratorias.
En respuesta, Petro ordenó medidas de reciprocidad, como la aplicación de un arancel del 25% a las importaciones estadounidenses. Sin embargo, la Casa Blanca anunció el cierre de la crisis tras llegar a un acuerdo con el Gobierno colombiano, que aceptó “todos los términos” planteados por Trump, incluyendo el retorno sin restricciones de ciudadanos colombianos en aviones militares.
El gobierno de Petro confirmó que el “impasse” fue superado y reiteró su compromiso con el retorno digno de los deportados, destacando el uso de aeronaves colombianas para el traslado.
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Con información de Ivonne Valdés, Josh Campbell y Norma Galeana de CNN y de EFE.